PREGUNTAS FRECUENTES
- Personas que desean simplificar su rutina diaria sin renunciar a una imagen cuidada.
- Mujeres y hombres que buscan armonizar o realzar facciones, o aportar densidad capilar.
- Pacientes que han pasado por procesos médicos o quirúrgicos (mastectomía, cicatrices, alopecia) y desean restaurar su imagen y confianza.
La micropigmentación es un tratamiento semipermanente, ya que los pigmentos utilizados están compuestos por moléculas más pequeñas que las del tatuaje tradicional (que sí es permanente).
Esto permite que el organismo las elimine de manera gradual con el paso del tiempo y la regeneración natural de la piel.
Así, el color se va atenuando de forma progresiva, ofreciendo la posibilidad de adaptar el diseño y los tonos a los cambios en el rostro o en los gustos personales.
La durabilidad media es de 2 a 5 años, dependiendo de la zona tratada, el tipo de piel y los cuidados posteriores.
En los tratamientos faciales, este carácter temporal es una ventaja: el rostro cambia con el tiempo, y poder ajustar la micropigmentación a las nuevas proporciones o preferencias garantiza siempre un resultado natural y actual.
Antes de cualquier tratamiento, se realiza una valoración personalizada para revisar posibles contraindicaciones, enfermedades, alergias o medicaciones.
No se realiza durante el embarazo ni la lactancia.
En general, es compatible con la mayoría de tratamientos médicos, salvo en casos de medicación anticoagulante o para el corazón, en los que debe consultarse con el médico prescriptor si es posible una breve pausa.
Las personas que han superado un cáncer también deben contar con el visto bueno de su médico antes del procedimiento.
La micropigmentación sí puede realizarse sobre cicatrices no queloides, aunque la retención del pigmento puede ser distinta respecto a la piel sana.
En cambio, quienes tengan tendencia a formar cicatrices queloides no deben realizarse este tipo de tratamientos.
Tampoco se realiza si hay inflamaciones, eccemas, quemaduras, heridas activas, herpes en fase aguda o síntomas de resfriado o fiebre.
En caso de duda, siempre es recomendable consultar con el profesional médico que conoce tu historial.
Antes de la sesión, se recomienda exfoliar e hidratar la piel, y en algunos casos, pausar ciertos medicamentos o suplementos (previa indicación médica) que puedan aumentar la sensibilidad o la fluidez sanguínea.
Después del tratamiento, durante unos días se debe evitar:
• La exposición solar directa.
• El baño en playa o piscina.
• El uso de sauna o deporte intenso (el sudor puede expulsar pigmento).
• Maquillaje o cremas con retinol sobre la zona tratada.
En cada caso se entregan instrucciones específicas y una guía de cuidados personalizados para garantizar la mejor cicatrización y duración del color.
La mayoría de las personas lo describen como una leve molestia o cosquilleo.
Se aplica una crema calmante específica, y en un ambiente relajado, muchas clientas incluso llegan a dormirse durante el procedimiento.
Venir tranquila y sin prisas ayuda a que el proceso sea agradable.
Con el tiempo, el pigmento se atenúa de forma natural, pero el ritmo de desaparición depende de la técnica, el pigmento y la zona.
Si se desea eliminar antes, puede hacerse mediante láser específico, que fracciona las moléculas del pigmento para su eliminación progresiva.
Sí. La naturalidad es mi prioridad. La micropigmentación ha evolucionado mucho en los últimos años, y las técnicas y productos actuales permiten resultados muy satisfactorios.
Mi objetivo es realzar y equilibrar el rostro sin que nadie perciba el motivo exacto del cambio.
Un trabajo bien hecho no se nota, pero sí se siente: la persona se ve mejor, más luminosa y segura, sin perder su esencia.
La piel es un tejido vivo. Tras la sesión, la zona pasa por diferentes fases de curación: primero el color se ve más intenso, luego aparecen pequeñas microcostras que eliminan parte del pigmento, y finalmente, entre la cuarta y sexta semana, el color se estabiliza.
El repaso permite uniformar la retención del color, perfeccionar, ajustar el tono si se desea y aumentar la durabilidad del resultado al añadir más pigmento en las capas ya curadas.
Depende del tipo de tratamiento:
• Micropigmentación facial: repaso a las 4-6 semanas, y mantenimiento cada 1-2 años.
• Micropigmentación restauradora: entre 2 y 3 sesiones iniciales, y repaso cada 2-3 años.
• Micropigmentación capilar: repaso cada 2-3 años, o cuando se desee aumentar la densidad o ampliar la zona tratada.
Un correcto mantenimiento mantiene el resultado siempre natural y definido.
Sí, la micropigmentación es perfectamente compatible con otros procedimientos estéticos, siempre respetando los tiempos adecuados entre tratamientos.
Si tienes previsto realizarte otros servicios (láser, peeling, rellenos, etc.), puedo orientarte sobre el orden y los intervalos recomendados para obtener el mejor resultado global.
Trabajo con material estéril de un solo uso y pigmentos homologados de la más alta calidad.
Mi formación en micropigmentación estética y reparadora con especialistas de referencia garantiza procedimientos seguros, precisos y personalizados.
Cada tratamiento se realiza en un entorno higiénico y controlado, siguiendo estrictos protocolos sanitarios.


